
El karma: un principio universal
"La perfecta articulación de todos los procesos vitales de la existencia, deja en evidencia la estructura ordenada del universo, en la que toda creación responde a una frecuencia original creativa, divina y colectiva, que no podría existir sin un sistema de regulación inteligente, al que le hemos denominado karma"

El karma es un principio universal que no requiere ser postulado por un autor reconocido, para posteriormente ser debatido y aceptado, solo es necesario observar la perfección de nuestro entorno, para comprender que la realidad en la que estamos inmersos, deriva de la más rigurosa organización; perfección representada en el reino vegetal, siempre fijando sin descanso la energía solar primaria y liberando oxígeno para los organismos superiores, quienes retornarán el dióxido de carbono necesario para retroalimentar el ciclo; la estratégica distancia a la que nuestro planeta se encuentra del sol, la cual permite el mantenimiento de un equilibrio climático, perfectamente ajustado a nuestras necesidades biológicas; el ciclo del agua, ininterrumpible, con tonalidad poética para quienes comprenden, que el líquido vital que todo ser vivo necesita para existir, más temprano que tarde caerá directamente desde el cielo, para colmarlos de vida mientras continúa su tránsito majestuoso.
Partiendo de la perspectiva anterior, la cual nos contextualiza en un escenario articulado, resulta incognoscible tratar de aislar nuestra radiancia, nuestro impacto, nuestra proyección física y psíquica, nuestra existencia misma, de la matriz ordenada en la que nos desenvolvemos. Al desarticular la posibilidad de ser individuos erráticos en una ecuación organizada (lo cual no tendría sentido), se comprende fácilmente, que toda vibración que se emita desde nuestra consciencia individual hacia el exterior, entrando en contacto con una realidad organizada, resonará en consecuencia y retornará a su origen, por lo tanto, cada vibración que enviamos al universo, inevitablemente volverá a nosotros, éste es el principio del karma y no podría existir la perfección sin la actividad reguladora de su energía.
Todos nacemos con una carga karmática oculta, que debe ser descifrada para emprender la batalla contra los factores negativos y/o conflictivos de nuestra personalidad. En la vida ninguna batalla es fácil, el primer paso es aceptar que se debe iniciar un proceso de transformación, el segundo paso es tomar la decisión consciente de hacerlo, una vez dados los primeros dos pasos, el 50% del trabajo está terminado; el 50% restante, es cuestión de compromiso, perseverancia y lealtad con uno mismo. El resultado del trabajo en busca de la liberación karmática, representa la oportunidad de llevar una vida plena, en paz y armónica con el mundo exterior. Por fortuna el sistema numerológico tántrico, permite identificar el cuerpo espiritual asociado a este componente en la configuración numerológica natal, la cual integra la información que permite amplificar el autoconocimiento y facilitar la comprensión de la carga karmática, generando el agar para la autorreflexión profunda, necesaria para trabajar coherentemente, desvirtuando el origen de los conflictos con quienes hacen parte de nuestras vidas.
Cristian Alfonso Gallego Carmona